miércoles, 7 de octubre de 2009
Entre el Azul y yo está la mismísima vida.....
Entre el Azul y yo
Si vuelvo atrás en mi historia
las hojas amarillentas hablan de tí,
dicen que estas, más no volveras
allí.
El amor ha jugado sus cambios
de ajedres en mí;
afuera el peón,un jaque de alfil
y yo aquí.
Ah ! Sueños...
Hay siete emociones
que siempre juegan
a la billarda de los años;
unas levantan, otras le pegan
y todas revuelven, buscando
en el pasto.
Sobre el final, el azul;
y entre el azul y yo
pasaron los años y con ellos,
proyectos de vida,
batallas de esperma,
cantares de luna perdidos
en pena;
la sangre sin freno
golpeó mi cabeza,
los brazos abiertos
acunaron esperas
y las esperas llegaron
en solitarias quimeras;
sonrientes las bocas,
las manos resueltas,
los pechos se agitan
en mis sábanas negras:
fantasmas azules de sombras muleras
que abrazo y se pierden
en la impunidad veintiañera;
es joven la fuerza que tiene más fuerza;
los años no alcanzan con solo experiencias,
palabras gastadas,borrones o enmiendas;
lo joven renace en cada contienda,
en cada eslabón que lo ata a la tierra,
en cada semilla fecunda que siembra.
y lo viejo...
lo viejo es remanso de río sin fuerza,
canoa que remas sin prisa y avanza,
bajel que la ola jamás sobrepasa,
la balsa tranquila que no se dá vuelta..
y sobre el final, el Azul;
y entre el Azul y nosotros
la historia se gesta.
martes, 3 de marzo de 2009
Memeaba.....
Micción cumplida
Yo también tengo de agua
un vacío que se llena y me atormenta,
y una parte de mi cuerpo, cachicuerna,
que se eleva por la fuerza entre mis piernas;
pués entonces, prisionera en magra celda,
la libero cuál paloma entre mis manos
y no vá al aire, vá a la tierra
donde reinan en sus reinos los gusanos.
Ese líquido topacio en manantiales,
como lluvia dorada, a los insectos
pone brillos y humedades esponjosas
y yo siento su espumosa descendencia
inundar el hogar de las hormigas
y aliviar mis entrañas sin vergüenza.
1.989
miércoles, 28 de enero de 2009
A la Sombra y en Silencio
Sombra y Silencio
Cuando tu sombra
fragiliza y urde
en el aire el aire
y un clamor se gesta :
adoro el fuego
y la ceniza y cunde
el pánico atroz
del adiós primero.
Pero si en canto augusto
ese terror se aquieta
y el silencio aturde
con su cantar de siesta,
siento en mis ojos
que tus ojos funden
dos palabras viejas
que se me antojan nuestras;
como si fuesen odas
de las ninfas tiernas
que, en los verdes prados
de las verdades cruentas,
con sus pequeñas bocas
cantaran ellas,
con sus piernas pródigas
amaran bellas.
1988
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